lunes, 18 de abril de 2011

Despues, despues...




Las abejas asesinas
miel cruel de los hidro-fanatizados.
Desencanto de Dios, lo sabe todo.
Para ver la realidad
las hojas limpian de ropa al árbol del soliloquio.
Su ropa en el suelo
es crack para pies cansados...
Reloj de tacones prestados.
Voladores, no conocen mi dolor.
Espero la sombra de un alma
que me lleve como a un astronauta
a algún lugar distinto.
Ni en sueños es distinto.
El no ser es imposible...
Soy palabras gastadas...

Maldad de mi alma,
destruir a los astros, cielo negro.
Reflejar y morir.

Y ella es una frase luminosa...

Y no me alcanza.


Alejandro G. Vera

1 comentario:

  1. Justamente me llamo Julieta, de que Julieta hablarasssss en todas tus entradas ....(?)

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