sábado, 7 de febrero de 2015

Cap 5 "Lo fenoménico vs. Lo no-consciente"

"Sobre Durmientes y Jugadores"


                                                        

Capítulo cinco

“Lo fenoménico vs. Lo no-consciente”.


Es menester precisar aun más el concepto de fenómeno, con
el fin de utilizarlo en contraste con lo no-consciente. Cómo se
percibe lo no latente y en qué grado es real lo no cognoscible.
Llámese fenómeno a todo acontecimiento percibido por los
sentidos en un contexto de realidad, siendo real el mundo de lo
percibido basado en los paradigmas sociales y culturales; sub-real
la realidad onírica y superreal todo universo desconocido y que no
se pueda expresar mediante símbolos. Llámese meta-real al
compendio de ideas y conceptos usados para analizar lo real y
para operar en las tres categorías de realidad antes nombradas.
La pregunta motor de este capítulo es la siguiente: ¿En que
grado es real lo no-consciente?
El paradigma que yo utilizo para crear mi mapa de lo real es
altamente egocéntrico. Sé que no existe forma alguna de no existir
Yo en tanto unidad operativa, ya sea mediante la mente, la nomente
e incluso la no existencia, propongo como axioma la
siguiente premisa:
“Yo en tanto unidad operativa, soy el centro de mi universo, y el
único indicio de realidad que conozco, siendo imposible ser
expulsado del universo sin la propia destrucción del mismo;
donde yo esté estará mi universo y yo, y solo yo soy artífice de mi
realidad fenoménica.”
Dado este axioma lo no-consciente no tiene lugar en mi
mapa de lo real, y esto lleva a pensar que los acontecimientos
percibidos como fenómenos, que aparentan ser consecuencias de
previos acontecimientos, se suceden de modo caótico, y es mi
mente la que crea estrategias cognoscitivas para predecir futuros
fenómenos y así ser operativo con respecto a lo real.
Lo que ahora esté ocurriendo en, por ejemplo Egipto será
percibido como una noticia de estado, y no como un fenómeno,
siendo así el espacio requerido por la memoria, mucho menor al

imaginable. “En Egipto una mujer muere”. Esta noticia de estado
se transforma en meta-realidad, ya que mi mente recrea el
concepto de mujer, de muerte, de Egipto, etcétera, con una
cantidad de energía psíquica casi nula ya que además de usar
vectores sin carga emotiva, la mente crea la escena, en el caso de
parecer de alguna importancia, a su gusto. Lo no-consciente no es
real. Lo no-consciente se recrea en la mente como hipótesis de
previos sucesos causas de lo fenoménico. Lo fenoménico es lo
real.
La realidad nos complace hasta un punto límite de lo que
consideramos posible. Cuando algo imposible ocurre, pasa al
terreno de lo posible, cuando se repite es nombrado y asimilado.
Cuando lo aparentemente irreal excede lo previsto ya sea de un
modo complaciente o insatisfactorio, se presenta la locura, que
como ya se ha dicho, es un paso previo al despertar del alma,
aunque como es por todos conocido es condición necesaria pero
no suficiente para dicho estado. Se puede caer en la locura para
siempre. Llámese a este proceso iterativo loop del sin retorno.
Este sin retorno es una reiteración de procesos mentales
viciados de bugs cognoscitivos. Un bug cognoscitivo es una
herramienta o un recurso mental deficientemente desarrollado o
implantado maliciosamente por el sistema. Según la teoría de la
Gestalt, “el todo es más que la suma de las partes”. Muchas veces
las iteraciones psicopáticas están basadas en percepciones de las
partes de lo fenoménico como más importantes que el conjunto de
percepciones e incluso más importantes que la mente misma. La
conjetura de los morfemas conscientes es un ejemplo ya citado.
Hay quienes se fanatizan con los números, pero no lo hacen
metódicamente. Su propósito es correcto, su imagen de logro
también, pero carecen de las herramientas necesarias. Sin un
apropiado “debug program”, se puede caer en el loop sin retorno
antes mencionado. El proceso de salida de un loop es llamado
temple del sistema. La mayoría de las veces el temple del sistema
se logra estabilizando el aparato emocional. Por ejemplo, si una
persona ve fantasmas puede ser catalogada de esquizofrénica,
según el paradigma medico psiquiátrico. En otro ámbito puede ser
catalogada de médium. Todo depende de la reacción emotiva ante
el estímulo fantasma. En el qué es un fantasma. No me parece

más extraño el percibir un fantasma, que el mirar la televisión. La
diferencia es que en mi universo la televisión es algo normal. Es
de consenso social.
En conclusión: según mi paradigma de lo real, lo noconsiente
existe solo cuando se da la acción llamada noticia de
estado. Solo entonces la mente lo transforma en meta-real
mediante los vectores percibidos como fenómeno, la noticia no es
real, los vectores son un concepto, una herramienta. Lo noconsciente
no ocupa lugar. El Mundo no “corre” (en tanto que
programa) todo el tiempo. Lo real ocupa poca memoria.
Tomemos como ejemplo la siguiente anécdota.
Hace unos minutos, como descanso de la escritura de este
libro, me puse a jugar a un viejo juego de computadora de ocho
bits. Este tipo de juegos de Arcade, a pesar de la poca memoria
que ocupan en el disco rígido son muy difíciles de jugar, y en la
época de furor de los Arcades, quienes lograban vencer a la
máquina se convertían en celebridades, tal era la dificultad de
estos juegos. Lo que quiero rescatar de esta experiencia es como,
una simulación de inteligencia, en tanto capaz de tomar
decisiones dentro de un universo virtual, es capaz de vencer
fácilmente a un ser humano, supuestamente dotado de estrategias
más avanzadas de pensamiento. Este es un punto clave para el
éxito en nuestra experiencia como operadores de lo real. No
importa tanto nuestra inteligencia sino las reglas de nuestro
universo, y si logramos asimilar y sintetizar esas reglas, luego
podrán ser rotas y reemplazadas por otras y en una última
instancia de iluminación, por el despertar del alma. Recordemos
que lo no-consciente no existe en tanto que realidad fenoménica,
sino solo como una mera noticia, y cuando no llega ni siquiera a
eso, no existe en absoluto, y es tratado por la mente como simples
vectores descriptivos de un paradigma y no como una realidad.
Aprender a discriminar entre los fenómenos y las noticias es una
de las condiciones fundamentales para alcanzar el despertar del
alma y no sobrecargar la mente de conjeturas, que en definitiva
describen algo inexistente.


Alejandro G. Vera

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